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Espíritu Santo
Lección 4

Principales Enseñanzas sobre el Espíritu Santo
Pasos:

1. Ejercicio mental
2. Mirar video
3. Estudiar la doctrina sobre el Espíritu Santo, y meditar los textos biblicos.

1. Ejercicio mental:


2. Contempla el siguiente video:


3. Estudia las siguientes enseñanzas sobre el Espíritu Santo, recuerda meditar y orar principalmente los textos biblicos:

La vida cristiana es la reproducción de Jesús en el alma, la perfección es esta reproducción, pero de forma perfecta, fiel; Es decir, la transformación de las almas en Jesús:

"La obra maestra del Espíritu Santo en las almas es Jesús". 

Es la doctrina de San Pablo expuesta repetidas veces en sus epístolas:
 
"¿Acaso no os conocéis a vosotros mismos, porque Cristo Jesús vive en vosotros?" 2 Cor 13,5.

"Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo" Gal 3,27.
 
La forma como se lleva a cabo esta transformación, es la misma que se llevó en la Encarnación, siguiendo  la fórmula de fe es:
 
“Que fue concebido por obra del Espíritu Santo, de Santa María Virgen” (Profesión de Fe).
 
Esto significa que son dos los artífices, el Espíritu Santo y la Santísima Virgen María. Son los  santificadores esenciales de las almas:

 “Porque son los únicos que pueden reproducir a Cristo”.

Es Espíritu Santo es santificador por esencia, porque es Dios, santidad infinita. Derrama la caridad en nuestros corazones, hace de nuestra alma un templo y dirige nuestra vida espiritual por medio de sus dones:

"La santificación de las almas, es la obra maestra del Espíritu Santo en la tierra".

La Santísima Virgen es cooperadora, instrumento indispensable de los designios de Dios. Del influjo  material que tuvo María en el cuerpo real de Cristo se deriva el influjo que tiene en el cuerpo místico de Jesús, que se va formando a lo largo de los siglos. Tiene un influjo de Medianera en las operaciones de la gracia en nuestras almas.

Este es el lugar en el orden a la santificación que corresponde al Espíritu Santo y a la virgen María, la piedad cristiana debe poner en su lugar a ambos, haciendo de su devoción algo necesario, profundo y constante.

Las siguientes enseñanzas son la Doctrina sobre el Espíritu Santo que desarrollaremos en las siguientes lecciones, medita sobre cada doctrina a la luz de la Sagrada Escritura.
Doctrina sobre el Espíritu Santo
Curso en línea
www.musicasacratlalnepantla.org
 
 
La vida cristiana es la reproducción de Jesús en las almas, la perfección es la transformación de las almas en Jesús.
2 Cor 13,5. ¿Acaso no os conocéis a vosotros mismos, porque Cristo Jesús vive en ustedes?
 
Gal 3,27. Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo.
 
Ef 3,17 Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones.
 
Rom 8,29. A los que previo los predestino a que se hicieran conformes a la imagen de su Hijo.
 
 Gal 2,20. Vivo yo, pero no soy yo, sino que Cristo vive en mí.
 
2 Cor 2,18. Nosotros contemplando la gloria del Señor, nos transformamos en la misma imagen de claridad en claridad.
El Espíritu Santo es el Dulce huésped del alma, habita en nosotros desde que recibimos la gracia. El Don del amor de Dios es el Espíritu Santo.

Jn 14,8. Si alguno me ama, guardara mi palabra; y mi Padre lo amara y v vendremos a él y estableceremos en él nuestra morada.
 
1 Cor 2,16. No Sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros.
 
Jn 14,16-17. Yo rogare al Padre y os dará otro Paráclito para que permanezca en vosotros para siempre el Espíritu de verdad que el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Mas vosotros lo conoceréis, por que permanecerá con vosotros y estará con vosotros.

Hay una íntima relación entre el Espíritu Santo y la Caridad

1 Jn 4,16 Dios es Caridad. Quien permanece en la caridad permanece en Dios y Dios en él.
 
1 Jn 4,13 En esto conocemos que permanecemos en ÉL, y Él en nosotros, porque nos dio de su Espíritu.

El Espíritu Santo es el director de la vida sobrenatural, más aún es el alma de nuestra alma y la vida de nuestra vida.

1 Jn 2,27. Su unción os enseñara acerca de todas las cosas.
 
1 Jn 14, 26. El Paráclito Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os sugerirá todo lo que yo os he dicho.
 
Rom 8,14. Todos los que son movidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

El Espíritu Santo es el primer Don de Dios, el Don por excelencia.

Jn 14, 16. Yo rogare al Padre y os dará otro Paráclito.
 
1 Jn 4,13. En esto conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros, porque nos dio de su Espíritu.

Moción del Espíritu Santo por los Dones, entra en lo más íntimo de nuestro ser, nos posee y se deja poseer de nosotros.

Rom 8,14 Los que son movidos por el Espíritu Santo, estos son los hijos de Dios.
 
1 Cor 6,17 En cambio, el que se une al Señor se hace un solo espíritu con él.


Para percibir la moción del espíritu Santo el alma necesita silencio y paz. Para comprender el sentido de lo divino el alma ha de ser pura. Las cosas espirituales tienen un sentido espiritual para entenderlo es necesario tener un alma pura.

1 Cor 2, 1-16. El hombre Animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios; para el son necedad y no puede entenderlas, porque deben ser espiritualmente examinadas. Mas el espiritual juzga todas las cosas y Él no es juzgado por nadie. Porque ¿quién conoce el sentido del Señor para que lo instruya? Mas nosotros tenemos el sentido de Cristo.

Los caracteres del amor al Espíritu Santo son: dejarse poseer y poseerlo. Amar al Espíritu Santo es dejarse poseer y poseerlo, esta es la esencia del amor.

Jn 17,23. Yo en ellos y Tú en Mí, para que sean consumados en la unidad.

El Espíritu Santo nos revela nuestras relaciones con las otras divinas Personas, El Padre y el Hijo, y nos hace amarlas siendo el vínculo amoroso Él mismo. El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo. infunde en el alma un amor al Padre semejante al que el Hijo tiene, y un amor al   Verbo semejante al del Padre celestial.

Rom 8,15. Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!
 
1 Co 12,3 Nadie puede decir Señor Jesús, sino en el Espíritu Santo.
 
1 Cor 3,23. Todo es vuestro; más vosotros sois de Cristo, más Cristo es de Dios.

El sacrificio de la Cruz fue la perfecta glorificación del Padre, el supremo acto de amor hacia Él y el perfecto cumplimiento de su voluntad.

Gal 6,17 Yo llevo en mi cuerpo las llagas del Señor Jesús.
 
1 Cor 1,18 La palabra de la Cruz es ciertamente necedad para los que perecen; más para aquellos que se salvan, esto es, para nosotros es la virtud de Dios.

En sentido amplio todo cuanto hemos recibido de Dios son "dones del Espíritu Santo", en sentido estricto, son ciertos hábitos sobrenaturales infundidos por Dios en las almas juntamente con la gracia santificante y las virtudes infusas, en orden a su propia santificación.

Is 11,1 Brotara una vara de la raíz de Jesse, una flor nacerá de esta raíz, y descansara en ella el Espíritu de sabiduría y de entendimiento, el Espíritu de consejo y de fortaleza, el espíritu de Temor del Señor.
Según Santo Tomas, son frutos del Espíritu Santo todos aquellos actos virtuosos en los que el alma halla consolación espiritual

Jn 14,16. Yo pediré al Padre y les dará otro Paráclito, para que este con ustedes para siempre.
 
Ef 1,13. habéis sido sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es la prenda de nuestra herencia.
 
2 Cor 7,4. Tengo franqueza para hablarles, estoy muy orgullosos de ustedes. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

BIENAVENTURANZAS: Son las cumbres de la vida espiritual.

Mt 5, 3-10 Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
 
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
 
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
 
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
 
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
 
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
 
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
 
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
 
Lc 17,21 EL Reino de Dios está dentro de vosotros.
 
Rm 14,17 El Reino de Dios es justicia y gozo y paz en el Espíritu Santo.


EL SANTIFICADOR: El Espíritu Santo es quien lleva a cabo la obra de la santificación en el alma.

Jn 16,7 Conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Espíritu Paráclito no vendrá, y si me voy, os lo enviare.
 
Jn 16,13. Él os enseñara toda la verdad.
 
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