- musica sagrada

Buscar
Vaya al Contenido

Menu Principal:

Lectio Divina
Lectio Divina
Formación para Músicos Católicos
 
Pbro. Juan Manuel Venegas Medina
Responsable de la Dimensión de Música Sagrada
Arquidiócesis de Tlalnepantla
 
“Pues aquel que canta alabanzas, no solo alaba,
sino que también alaba con alegría; aquel que canta alabanzas,
no solo canta, sino que también ama a quien le canta”.
–San Agustín de Hipona
 
«El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles, la lectura asidua de la Escritura, para que adquieran la ciencia suprema de Jesucristo (Filp 3,8), "pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo" (...) Recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues "a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras"» (DV 25).

Esquema de la Lectura orante que realizaremos:

1.    Invocación al Espíritu Santo
2.    Entronización de la Palabra de Dios
3.    Lectura de la Palabra de Dios
4.    Meditación de la Palabra
5.    Oramos con la Palabra
6.    Coloquio de lo Aprendido y orado
7.    Contemplamos la Palabra
8.    Hacemos compromisos

Lectio Divina
En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo

1. INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
Y renovarás la faz de la tierra.
 
Oremos:
¡Oh, Dios, que has instruido
los corazones de tus fieles
con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que sintamos rectamente
con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
 
CANTO
Ven, Oh Santo Espíritu
Ven A Nuestras Almas
Y del cielo envíanos
Luz de Viva gracia (2).
 
2. ENTRONIZACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA
CANTO:

Tu Palabra me da vida
Confió en ti Señor
Tu Palabra es eterna
En ella esperare.

3. LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

Isaías 49, 1-3.
Escúchenme, Isaías; presten atención, pueblos lejanos:
Estaba yo en el vientre,
Y el Señor me llamo;
En las entrañas maternas,
Y pronuncio mi nombre.
 
Hizo de mi boca una espada afilada,
Me escondió en la sombra de su mano;
Me hizo flecha puntiaguda,
Me guardo en su aljaba
Y me dijo:
Tu eres mi siervo -Israel-
De quien estoy orgulloso.
 
4. MEDITACIÓN

Segundo cantico del Siervo: La misión.
Auto presentación del siervo y su misión.
 
En que piensas cuando escuchas la palabra: Vocación…
Cada uno de nosotros tiene una vocación.
La primera vocación es la existencia.
Has sido llamado a existir.
 
Bíblicamente la creación no significa causalidad, sino denominación, identificación… Dios crea dando un nombre al hombre, a la luna, a las colinas, a los océanos, etc.…
Ser creado significa haber sido llamado por su nombre…
Ser creado significa ser amado…
 
Cada uno de nosotros era nadie, en un momento, Dios nos llamo por nuestro nombre y empezamos a vivir…
Nuestra nada ha sido fecundada por el amor de Dios…
Y somo alguien… somos personas… Hijos amados de Dios.
 
Pero ser creado significa estar destinado a algo, somos seres llamados, cada uno de nosotros tiene una vocación.
Y no hay que pensar que hay vocaciones mejores que otras, hay diversidad de vocaciones.
Tu vocación es la mejor si eres fiel al querer y voluntad de Dios.
 
Cuenta el numero de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. Salmo 146, 4.
Ya no te llamaras Abrán, sino Abrahán. Genesis 17, 5.
Etc.

Cada cosa ha sido llamada a la existencia y destinada a desempeñar una función. Lo real existe por llamada, por vocación.
 
En el bautismo te impusieron un nombre, mediante el cual Dios te toma como posesión, le perteneces. Por el nombre del bautismo se vincula a Dios la persona que lo lleva, porque, al recibirlo, muere y resucita con Cristo.

El cambio de nombre por parte de Dios significa que la persona se encuentra ante una nueva misión de parte de Dios, una vocación nueva. La vida del hombre tendrá una orientación nueva.

El nombre nuevo es portador de una fuerza que ayuda a la persona a no defraudar las esperanzas que Dios tiene sobre él.
Y tú debes responder…

¿Sabes cuál es tu llamado?

Eres bautizado y tienes la vocación a la santidad, y ejerces un ministerio en la Iglesia, por medio de la música.
 
Ministerio quiere decir: servicio.

Jesús invita a hacerse servidores de todos. Mc 10, 42.

Tu ministerio es una vocación que Dios te ha dado, acompañado de talentos.
 
FUNCION MINISTERIAL DEL CORO

"Promover la participación de los fieles en el canto". El ministerio de música es parte integrante de la asamblea y merece un reconocimiento especial, no es superior al resto de la asamblea está a su servicio.
 
A) SENTIDO MINISTERIAL

El concepto de ministerialidad, parece haber recuperado su sentido original. En otros tiempos se concebía la función episcopal o presbiteral como una dignidad personal y casi absoluta; hoy, quienes realizan funciones sagradas no aparecen como participantes de grado superior, sino como ministros, a través de los cuales se logra la participación del pueblo, con cuyo servicio "el pueblo de Dios queda debidamente servido" (S.C. 29).

En cuanto a los cantores, "a ellos les corresponde en virtud del ministerio litúrgico que desempeñan, promover la participación de los fieles en el canto" (M.S. 19). El ministerio a coro debe tomar cada vez más conciencia del sentido que tiene su participación en la celebración están: al servicio de la asamblea. El canto de la asamblea ocupa el lugar principal. Al coro le corresponde:

v  Enriquecer el canto del pueblo (solistas, polifonía, diálogo...)
v  Crear espacios de descanso que fomenten la contemplación (silencio, instrumental...)
v  Dar colorido a cada una de las celebraciones del año litúrgico (distinguir y resaltar las fiestas y solemnidades, así como los  diversos tiempos litúrgicos).
v  Animar el canto de la asamblea.
 
B) SERVIR Y NO DOMINAR

Es conveniente resaltar la participación del ministerio de música (tener un lugar apropiado, pero que se note que son parte de la asamblea). La música cristiana o litúrgica no tiene razón en sí misma, ni su valor principal es sólo pedagógico o estético, sino que, es valiosa por razón de la celebración misma.

La música queda pues "relativizada", o mejor dicho ordenada en una escala de valores para un fin más sublime. Un canto es sagrado en la medida que sirva al espíritu de la celebración litúrgica (S.C. 112). La música no debe estorbar nunca la percepción de la Palabra de Dios, ni la voz del pueblo. Hay que saber utilizar la música apta para alabar, suplicar, proclamar, meditar, salmodiar, aclamar, dialogar, etc. utilizar las melodías, ritmos y arreglos armónicos adecua dos, de modo que la música no aparezca nunca en el papel protagónico.
 
FORMACIÓN DE LOS MINISTROS DE LA MÚSICA:

24. Además de la formación musical, se dará también a los miembros del coro una formación litúrgica y espiritual adecuada, de manera que, al desempeñar perfectamente su función religiosa, no aporten solamente más belleza a la acción sagrada y un excelente ejemplo a los fieles, sino que adquieran ellos mismos un verdadero fruto espiritual.

INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" SOBRE LA MUSICA EN LA SAGRADA LITURGIA
 
La preparación del ministerio de música o coro no sólo consiste en ensayar y aprender cantos nuevos. Estos ministerios requieren de formación y acompañamiento, especialmente en tres líneas fundamentales:

FORMACIÓN CRISTIANA: "Para que conozcan y amen más a Cristo y a la Iglesia, y su vida sea verdaderamente cristiana. Su ministerio no puede ser auténtico si no hay coherencia entre la fe y la vida diaria" (Orientaciones Pastorales sobre Música Sagrada. CEM. No. 24 a).

Esta puede realizarse a través de retiros, enseñanza programada, y sobre todo en la oración personal y en común de los miembros del ministerio y una vida sacramental estable.

FORMACIÓN LITÚRGICA: "Para que su aportación esté cada vez más a la altura de lo que pide su servicio a Dios y a la Comunidad, y así puedan ellos mismos celebrar y vivir su fe, y ayudar a los demás a que la celebren y la vivan" (Orientaciones Pastorales sobre Música Sagrada. CEM. No.24b).

Con el acompañamiento de algún sacerdote o una persona preparada en esta área pueden estudiarse los documentos de la Iglesia relacionados con la Liturgia y la Música sacra, participar en cursos sobre el tema, investigación personal y comunitaria, etc.

FORMACIÓN TÉCNICA: "Puesto que la música sagrada es un arte, y por lo mismo tiene una disciplina, requiere de técnicas de la voz y de los instrumentos para que se exprese con auténtica belleza la fe que celebra" (Orientaciones Pastorales sobre Música Sagrada. CEM. No. 24c). Los elementos más importantes aquí son los estudios teóricos y prácticos, ensayos, vocalización, entre otros.

ENSAYOS: Estos son la clave en la preparación y la posterior ejecución de los cantos en las celebraciones litúrgicas y para qué estas se desarrollen con armonía y belleza. Por eso deben estar bien programados, saber con anticipación qué es lo que se va a ensayar, proporcionar material para todos los miembros, ensayo por secciones y ensamble, en lo anterior delegar responsabilidades.

Será muy importante también que se puedan tener ensayos con el pueblo, para ir formando un repertorio popular que favorezca la real participación de la comunidad en las celebraciones; ya que la ejecución de cantos nuevos dificulta dicha participación del pueblo.

DISCIPLINA: La formación recibida se manifestará en la disciplina de los miembros del coro, concretamente en aspectos como: compromiso, puntualidad, estudio, presentación física, etc.

El comportamiento del coro y su atuendo debe mostrar el respeto debido a la casa de Dios y a la Asamblea congregada.

Hay que evitar el "exhibicionismo" o protagonismo o afán de imitar a los artistas y otros desórdenes, en las asambleas y en los locales donde se reúnen.
 
CANTO

Yo no era profeta ni hijo de profeta,
yo era un pastor y vendedor de higos.
El Señor me tomó de detrás del rebaño
y me dijo: "Ve y profetiza".
 
DESDE LA ALBORADA
DE MI VIDA TE SENTÍ,
SIN QUE TU ME HABLARAS
YA SABÍA QUE ESTABAS AHÍ.
 
Luego me seguiste a dondequiera que yo fui
y me protegiste velando siempre por mí.
En el aire fresco de los montes te sentí
y en el verde espejo de los lagos yo te vi.
 
En la limpia risa de los niños yo te oí
y en el corazón de los sencillo te sentí.
En la noche negra Tú estabas junto a mí;
fue por tu presencia que en el fango no caí.
 
Desde la alborada
de mi vida te sentí,
y ahora me consagras
para transformarme en ti
 
5. ORACIÓN

Responde a Dios que te ha hablado por medio de su Palabra.
 
6. COLOQUIO

Comparte con otros lo que Dios te ha dicho, lo que has aprendido.
 
7. CONTEMPLAMOS LA PALABRA

De tarea ora, piensa y medita sobre la Palabra de Dios y lo meditado en esta Lectio Divina.
 
8. HACEMOS COMPROMISOS

Para que la Palabra de Dios que ha sido sembrada en ti, crezca y de fruto abundante en tu vida y en nuestra Iglesia por medio de tu servicio, has los compromisos necesarios y esfuérzate por vivirlos
 
 
 
Regreso al contenido | Regreso al menu principal