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Música Litúrgica
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ESTRUCTURA DE LA EUCARISTÍA

Y LA
INSTITUCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO
INSTITUCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO

¿QUÉ ES Y CUÁL ES SU PROPÓSITO?

1. Cuando iba a celebrar con sus discípulos la Cena pascual, en la cual instituyó el sacrificio de su Cuerpo y de su Sangre, Cristo el Señor, mandó preparar una sala grande, ya dispuesta (Lc 22, 12). La Iglesia ha considerado siempre que a ella le corresponde el mandato de establecer las normas relativas a la disposición de las personas, de los lugares, de los ritos y de los textos para la celebración de la Eucaristía. Tanto las normas actuales, que han sido promulgadas con base en la autoridad del Concilio Ecuménico Vaticano II, como el nuevo Misal que la Iglesia de rito Romano en adelante empleará para la celebración de la Misa, constituyen un argumento más acerca de la solicitud de la Iglesia, de su fe y de su amor inalterable para con el sublime misterio eucarístico, y testifican su tradición continua e ininterrumpida, aunque se hagan algunas innovaciones.

21. Así, pues, esta Instrucción se propone dar, tanto los lineamientos generales con los cuales se ordene idóneamente la celebración de la Eucaristía, como exponer las normas para la disposición de cada forma de celebración.

22. ...Y así, él (obispo) debe empeñarse en que los presbíteros, los diáconos y los fieles laicos comprendan siempre más profundamente el genuino sentido de los ritos y de los textos litúrgicos y, de esta manera, alcancen una activa y fructuosa celebración de la Eucaristía. Para el mismo fin vigile celosamente que sea cada vez mayor la dignidad de dichas celebraciones, para lo cual servirá muchísimo que promueva la belleza del lugar sagrado, de la música y del arte.

23. Además, para que la celebración responda más plenamente a las prescripciones y al espíritu de la Sagrada Liturgia y para que crezca su eficacia pastoral, en esta Instrucción General y en el Ordinario de la Misa, se proponen algunas acomodaciones y adaptaciones.

24. Estas adaptaciones, que consisten solamente en la elección de algunos ritos o textos, es decir, de cantos, lecturas, oraciones, moniciones y gestos, para que respondan mejor a las necesidades, a la preparación y a la índole de los participantes, se encomiendan a cada sacerdote celebrante. Sin embargo, recuerde el sacerdote que él es servidor de la Sagrada Liturgia y que a él no le está permitido agregar, quitar o cambiar algo por su propia iniciativa en la celebración de la Misa.


Por medio de esta Institución la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos establece las normas relativas a la disposición de las personas, de los lugares, de los ritos y de los textos para la celebración de la Eucaristía. Establece los lineamientos generales con los cuales se ordene idóneamente la celebración de la Eucaristía, y expone las normas para la disposición de cada forma de celebración. Promueve la mayor la dignidad de dichas celebraciones, así como la belleza del lugar sagrado, de la música y del arte. En resumen, pone orden, da normas, establece los lineamientos que se deben seguir en la Celebración de la Eucaristía.

Descarga aqui el Texto de la Institución General del Misal Romano

A continuación se transcribe integro el capítulo segundo de la Instrucción General del Misal Romano, no se hace ningún comentario debido a la claridad e importancia de este documento.

ACERCA DE LA ESTRUCTURA DE LA MISA, SUS ELEMENTOS Y SUS PARTES

I. LA ESTRUCTURA GENERAL DE LA MISA

27. En la Misa, o Cena del Señor, el pueblo de Dios es convocado y reunido, bajo la presidencia del sacerdote, quien obra en la persona de Cristo (in persona Christi) para celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico. De manera que para esta reunión local de la santa Iglesia vale eminentemente la promesa de Cristo: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Pues en la celebración de la Misa, en la cual se perpetúa el sacrificio de la cruz, Cristo está realmente presente en la misma asamblea congregada en su nombre, en la persona del ministro, en su palabra y, más aún, de manera sustancial y permanente en las especies eucarísticas.

28. La Misa consta, en cierto modo, de dos partes, a saber, la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística, las cuales están tan estrechamente unidas entre sí, que constituyen un solo acto de culto. En efecto, en la Misa se prepara la mesa, tanto de la Palabra de Dios, como del Cuerpo de Cristo, de la cual los fieles son instruidos y alimentados. Consta además de algunos ritos que inician y concluyen la celebración


 ESQUEMA DE LA CELEBRACION EUCARISTICA
 
  
RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA: Congrega a la Comunidad y la une en un solo corazón y una sola alma. Crea el ambiente necesario para iniciar el diálogo con Dios.

Saludo.

Acto Penitencial.

SEÑOR TEN PIEDAD: Nos ayuda a ponernos cara a cara con Dios. Un Dios que es Misericordia, Amor y Perdón.

HIMNO DEL GLORIA: Es una Alabanza a Dios. Se reconoce su grandeza, la Obra Redentora realizada en Cristo y la presencia Santificadora del Espíritu Santo.

Oración Colecta.
 
LITURGIA DE LA PALABRA

1a Lectura.

SALMO: Es una Meditación de la Palabra escuchada, un volver a pensar lo mismo pero en estilo Poético y Lírico. Están compuestos para ser cantados.

2a Lectura (Domingos y Solemnidades).

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO: La Asamblea recibe y saluda al Señor que va a hablarle. Es de carácter Festivo y Jubiloso. En Cuaresma, el "Aleluya" se sustituye por "Honor y gloria a ti, Señor Jesús".

Evangelio.

Homilía.

Profesión de Fe (o Credo).

Plegaria Universal.

LITURGIA EUCARÍSTICA
Preparación de los Dones.

CANTO DE PRESENTACIÓN DE DONES: El Canto debe de ser de tranquilidad y calma. La Comunidad se        prepara para el Sacrificio. No debe faltar el Tema: Vino y Pan.

Oración sobre las Ofrendas.

Plegaria Eucarística.

Prefacio.

SANTO: Es un Canto de Bendición y Alabanza de toda la Creación a su Creador.

 Consagración.

ACLAMACIÓN DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN: Centra la atención en Cristo y su Misterio Pascual.

 AMÉN SOLEMNE: La Comunidad se apropia lo que su Presidente ha proclamado: la Alabanza al Padre, por    medio de Cristo, en el Espíritu Santo.

RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO: Se convierte en petición y manifiesta el anhelo de lo que se nos dará en la Comunión Sacramental.

ACLAMACIÓN DESPUÉS DEL EMBOLISMO: Reafirma el Imperio de Jesucristo.

Rito de la Paz.

FRACCIÓN DEL PAN (CORDERO DE DIOS): Es un Canto Sacrificial. Recuerda al Cordero de la Pascua, al Banquete Pascual; es el Cordero Degollado.
                
Comunión.
                
CANTO DE COMUNIÓN: Expresa la alegría del corazón que va a recibir a Cristo, la relación tan íntima y grande con el Señor y la unidad de los presentes.
                
CANTO DE ACCIÓN DE GRACIAS: Fomenta el encuentro íntimo de Jesús Eucaristía. Se canta después del     Silencio Sagrado.
                
Oración después de la Comunión.

RITO DE CONCLUSIÓN

Saludo y Bendición.

Despedida 

RITOS INICIALES

Los ritos que preceden a la Liturgia de la Palabra, es decir, la entrada, el saludo, el acto penitencial, el Señor, ten piedad, el Gloria. y la colecta, tienen el carácter de exordio, de introducción y de preparación.

La finalidad de ellos es hacer que los fieles reunidos en la unidad construyan la comunión y se dispongan debidamente a escuchar la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía.

En algunas celebraciones, que se unen con la Misa, según la norma de los libros litúrgicos, se omiten los ritos iniciales o se realizan de modo especial.

Institución General del Misal Romano 46
Los Ritos iniciales están integrados por: procesión de entrada; saludo; acto penitencial; aclamaciones laudatorias; oración personal y comunitaria (oración colecta). Tienen como finalidad congregar la asamblea y disponerla a recibir adecuadamente la Palabra de Dios, en ambiente de oración y espíritu de conversión, condición indispensable para llegar al rito sacramental.

El sentido de estos ritos es resaltar la fe en Dios que se hace presente en su pueblo; destaca la dimensión comunitaria, como hijos de un mismo Padre nos reunimos convocados por Él; la conversión continua, para acercamos al banquete de la Eucaristía (Prenotandos 5); la alabanza, como reconocimiento de la misericordia y grandeza de Dios Trino y Uno.

"La asamblea, así constituida en los ritos iniciales es el signo fundamental de la presencia de Cristo" (S.C. 7).

Los ritos de entrada se proponen hacernos una comunidad de oración y alabanza; de mesa y corazón, en respuesta a la llamada del Señor, que es quien congrega a los suyos, como una sola familia y un solo pueblo, para celebrar el banquete pascual de su amor. La Eucaristía nos recuerda y robustece lo que somos, familia de Dios, pueblo de bautizados. Nos hace compartir la mesa del Señor para que después compartamos en el banquete de la vida, nos reúne en el gozo del banquete fraterno, para que trabajemos, luego, por superar el aislamiento individualista, o sectario y busquemos esforzadamente la unidad, el vivir en colaboración y concordia.
LITURGIA DE LA PALABRA

55. La parte principal de la Liturgia de la Palabra la constituyen las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, junto con los cánticos que se intercalan entre ellas; y la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles, la desarrollan y la concluyen. Pues en las lecturas, que la homilía explica, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual; en fin, Cristo mismo, por su palabra, se hace presente en medio de los fieles. El pueblo hace suya esta palabra divina por el silencio y por los cantos; se adhiere a ella por la profesión de fe; y nutrido por ella, expresa sus súplicas con la oración universal por las necesidades de toda la Iglesia y por la salvación de todo el mundo.

Silencio

56. La Liturgia de la Palabra se debe celebrar de tal manera que favorezca la meditación; por eso hay que evitar en todo caso cualquier forma de apresuramiento que impida el recogimiento. Además conviene que durante la misma haya breves momentos de silencio, acomodados a la asamblea reunida, gracias a los cuales, con la ayuda del Espíritu Santo, se saboree la Palabra de Dios en los corazones y, por la oración, se prepare la respuesta. Dichos momentos de silencio pueden observarse oportunamente, por ejemplo, antes de que se inicie la misma Liturgia de la Palabra, después de la primera lectura, de la segunda y, finalmente, una vez terminada la homilía.

Institución General del Misal Romano
La Liturgia de la Palabra está integrada por: lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento; salmo responsorial; aclamación; proclamación del Evangelio; homilía; profesión de fe y oración universal.

La finalidad de la liturgia de la Palabra es la instrucción del pueblo por la revelación del misterio de salvación al escuchar la Palabra de Dios; Nos hace crecer en la conciencia de un Dios vivo y presente que sigue hablando a su pueblo. Como antiguamente la liturgia de la Palabra Junto con la liturgia eucarística es el centro de la celebración.

El sentido que tienen es la acogida y meditación que la asamblea hace de la Palabra, a la cual, responde con cantos y oraciones. Se establece pues, un diálogo entre Dios que se manifiesta por su Palabra y el pueblo que escucha y acepta su manifestación.

Escuchamos la Palabra de Dios, profesamos la fe, presentamos nuestras suplicas a Dios. Cada una de estas acciones, que tienen lugar en la celebración, deben mostrar su verdad o autentificarse, después de la celebración, en la vida ordinaria. Escuchamos la Palabra para que nos ilumine y nos guie, para llevarla a la práctica, hacerla fructificar en nuestra vida; para llevarla a la práctica y cumplirla. Decimos el credo como respuesta a la Palabra proclamada, es la aceptación del compromiso y alianza bautismal. Al pedir a Dios nos solidarizamos con el prójimo, intercedemos por él.
LITURGIA EUCARISTICA

72. En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y el banquete pascuales. Por estos misterios el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia, cuando el sacerdote, representando a Cristo Señor, realiza lo mismo que el Señor hizo y encomendó a sus discípulos que hicieran en memoria de Él.

Cristo, pues, tomó el pan y el cáliz, dio gracias, partió el pan, y los dio a sus discípulos, diciendo: Tomad, comed, bebed; esto es mi Cuerpo; éste es el cáliz de mi Sangre. Haced esto en conmemoración mía. Por eso, la Iglesia ha ordenado toda la celebración de la Liturgia Eucarística con estas partes que responden a las palabras y a las acciones de Cristo, a saber:

1) En la preparación de los dones se llevan al altar el pan y el vino con agua, es decir, los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos.
2) En la Plegaria Eucarística se dan gracias a Dios por toda la obra de la salvación y las ofrendas se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo.
3) Por la fracción del pan y por la Comunión, los fieles, aunque sean muchos, reciben de un único pan el Cuerpo, y de un único cáliz la Sangre del Señor, del mismo modo como los Apóstoles lo recibieron de las manos del mismo Cristo.

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La Liturgia Eucarística está integrada por: ofertorio; prefacio; plegaria eucarística; y ritos de comunión.

Es el culmen de toda la celebración: los ritos anteriores a ella son una preparación para disponemos a recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor.

El sentido de estos ritos es el ofrecimiento de nuestras vidas a Dios, del esfuerzo y trabajo humano (ofertorio); la koinonía o comunión fraterna (ofrenda); acción de gracias, santificación y proclamación de las maravillas de Dios (plegaria eucarística); participación de los beneficios salvadores del misterio pascual, renovación de la Alianza con el Padre, anticipación del banquete escatológico (comunión). También tiene como sentido la filiación divina, el amor de caridad y la incorporación a Cristo y a la Iglesia (ritos de comunión).

En la liturgia eucarística encontramos dos aspectos esenciales:

Ø  La Eucaristía como acción de gracias: Reconocer a Dios como bueno y dador de todo bien, como aquel que nos ama y que en su Hijo Jesucristo, nos salva. Alabamos a Dios porque reconocemos que todo nos viene de Él. San pablo nos recuerda que debemos hacernos eucaristía, acción de gracias en todo, dar "gracias siempre y en todo a Dios Padre" (Ef 5, 20).

Ø  La Eucaristía como renovación sacramental de la entrega al Señor: Es lo más esencial y definitorio de la Eucaristía, y lo que más claramente implica la vida de quien la celebra, ya que hace presente la entrega amorosa de Jesucristo, el sacrificio de su vida. En la preparación del altar ponemos algo que nos representa, el pan y el vino; en ellos debemos vernos a nosotros mismos, que queremos poner nuestras vidas en manos del Señor para vivirlas, como Cristo y con Cristo, en amor servicial a los hermanos. 
RITO DE LA COMUNION

80. Puesto que la celebración eucarística es el banquete pascual, conviene que, según el mandato del Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos como alimento espiritual por los fieles debidamente dispuestos. A esto tienden la fracción y los demás ritos preparatorios, con los que los fieles son conducidos inmediatamente a la Comunión.

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Recibimos a Cristo que se entrega, que se hace nuestra comida y bebida de salvación, comulgamos el amor entregado, para que sea el nuestra vida; para que, transformándonos  en lo que recibimos amemos con su mismo amor, somos lo que recibimos (San Agustín), pasamos a ser lo que comemos (San León). Quien comparte el pan de la Eucaristía ha de estar dispuesto a compartir el pan de la vida, a compartir la vida como pan, a dejarse comer por los hermanos.

La Eucaristía es nuestra comida espiritual. El pan y el vino nos alimentan y alegran nuestra vida. Pero Cristo ha querido dársenos el mismo como alimento y alegría espiritual. Y lo ha hecho con un signo que todos entienden: comer pan y beber vino, se nos da como alimento para el camino (viatico) porque sabía que nuestro camino seria difícil.

La Palabra de Dios nos dice: Tomad y comed, este es mi cuerpo entregado por vosotros; El que come mi Carne y bebe mi Sangre permanece en mí y yo en él; el que me come vivirá de mi como yo vivo del Padre; el pan que compartimos ¿no es acaso participación en el Cuerpo de Cristo?...

La comunión es el objetivo final de la celebración de la Eucaristía: recibir el pan y vino  que son el cuerpo y la sangre del Señor, para vivir su misma vida, caminar por su mismo camino, llenarnos de su mismo Espíritu, unirnos a su muerte, compartir su resurrección.
RITO DE CONCLUSIÓN

90. Al rito de conclusión pertenecen:

a) Breves avisos, si fuere necesario.
b) El saludo y la bendición del sacerdote, que en algunos días y ocasiones se enriquece y se expresa con la oración sobre el pueblo o con otra fórmula más solemne.
c) La despedida del pueblo, por parte del diácono o del sacerdote, para que cada uno regrese a su bien obrar, alabando y bendiciendo a Dios.
d) El beso del altar por parte del sacerdote y del diácono y después la inclinación profunda al altar de parte del sacerdote, del diácono y de los demás ministros.

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Saludo y Bendición, y Despedida.

El rito de despedida es, sencillamente, eso, un rito breve y sencillo, para la despedida, para el cierre de la celebración, un rito de conclusión.

A estos elementos puede añadirse, cuando sea necesario, o lo juzgue conveniente el que preside, los "oportunos anuncios" o avisos y la monición final.

En este momento se termina la Celebración Litúrgica por lo tanto, el Canto Final no es Litúrgico, si se prefiere se puede cantar:

Ø  Canto Mariano
Ø  Canto Religioso
Ø  Canto Vocacional

El rito eucarístico termina, pero la tarea eucarística no, dura toda la vida (hasta que nos sentemos al fin, en el banquete  eterno del Reino, en las bodas del Cordero). El "podéis ir en paz", de la conclusión, podría traducirse: la celebración ha terminado, ¡vayamos a vivirla!

Una vez concluidas todas las actividades puedes iniciar el tema 6.
Temario

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Tema 8
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